El almendro es el árbol de la juventud y de la alegría. Trasmite una idea de pureza, de nobles sentimientos y se asocia al amor juvenil, al amor puro y al primer amor. Por eso, con mi querido Galguito nos fuimos a tomar unos mates al Parque Quinta de los Molinos, un jardín en medio de Madrid donde abundan los carismáticos almendros.
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No éramos los únicos en el parque. Muchas personas no se quisieron perder este espectáculo de la naturaleza y aprovecharon a pasear, hacer pic-nic y hasta dormir una siestita sobre el césped. Además, el clima acompañó perfectamente a esta perfecta tarde de sábado.
Este año los almendros florecieron en las primeras semanas marzo. Las copas de los árboles de no más de 5 metros de altura se tiñeron de rosados en todo Madrid.
Ya había empezado a ver este fenómeno en el Parque del Retiro, dado que en una zona por la que solemos caminar con Adriano hay unos cuantos. Además, las redes sociales también llenaron de fotitos por doquier. Así fue como, por Claudia, supe de este parque y no quise dejar de pasar también por allí, a practicar algunas de las lecciones del curso de fotografía que estoy tomando.
Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor
-recordé-, yo he maldecido
mi juventud sin amor.
Hoy, en mitad de la vida
me he parado a meditar…
¡Juventud nunca vivida,
quién te volviera a soñar!
Antonio Machado
Notas del autor
El Parque Quinta de los Molinos se encuentra muy bien comunicado con el centro de Madrid. Línea de metro Suanzes, línea 5 color verde. Zona A.
Chulo, bello, precioso y tu, linda como una flor x2
Gracias María, bella tu! Un beso y gracias por pasar! 🙂